El encuentro

Voy al encuentro,
camino, voy solo.
Voy al encuentro
no importa su nombre
sus sueños, su pasado,
tampoco si me ha esperado.
Voy sin certezas
voy con los pies mudos,
voy con un puñado de angustias
que se pierden, se difuminan.
Voy sin lágrimas, sin risas,
solo la disposición al beso
y el sentir de la boca
que no preguntará su nombre
por un ella, por un él,
ni por un número, un dato.

Voy al encuentro de unos ojos
que me dirán algo íntimo
en un momento sutil
que se apartarán por un rato
y luego volverán a mi.
Voy desnudo, voy callado,
mis zapatos y mi ropa
no cubren mi pobreza
ni el silencio desolado.

Voy al encuentro,
caminando, voy solo.
Voy al encuentro
y nadie me ha esperado.
Está lleno de gentes
que deambulan lado a lado
me saludan y hasta sonríen,
llaman mi nombre
y hasta dicen hermano.
No miran a mis ojos
no se encuentran con mis labios.

Voy secretamente
caminando solo, voy solo.
Me abrazo al silencio envolvente,
voy pensando mis cavilaciones,
mis victorias voy cantando,
y abandonando las respuestas banales
voy encontrando.

Voy al encuentro
voy solo,
y mientras busco
me pierdo en el encuentro
y voy caminando
voy solo,
voy al encuentro y voy
y el encuentro me pierde.